POR SI ALGÚN DÍA VOLVEMOS A HABLAR...

 …me gustaría tener un discurso coherente y racional. Me gustaría poder mirarte a los ojos y no tener que temblar de los pies a la cabeza por el hecho de perderme en ellos. Me gustaría no sentirme gelatina cuando te ve aunque sea de lejos...


Pero me temo que aún es pronto para ello. Yo, al menos, todavía no soy capaz de echármelo todo a la espalda, como si nada hubiera pasado. No puedo sonreír tristemente. No podría pagar el café y darte un abrazo diciendo; "Vale, seamos amigos. Aquí no ha pasado nada." Lo siento pero no. Simplemente no soy capaz...


Con lo que ha pasado he sufrido como nunca lo había hecho antes. Nunca pensé que fuera capaz de sentir tanto dolor en una ruptura.


Puedo entender que los sentimientos cambien. Que las parejas rompan con sus relaciones y que, a pesar de haber compartido lo más profundo y querido de sus vidas, de repente se conviertan en desconocidos el uno para el otro. Puedo llegar a entenderlo...


Pero no consigo aceptar las falta de sinceridad. Nunca he podido con la mentira. Siempre me ha parecido una falta de respeto muy grave; decir una cosa, pero estar pensando otra. Y guardar esa cosa como quien mete un pescado fresco en el armario y lo guarda ahí durante meses, pudriéndose. Apestando.

Me duele que no hubiera comunicación. No puedo perdonar que me dejaras siempre solo. Que no te interesara nada de lo que a mí me apasiona. Pero, ante todo, que yo viviera en la más absoluta ignorancia de lo que se estaba fraguando en tu interior. Porque resulta muy doloroso ver ahora que no pude hacer nada para arreglarlo. Y todo porque desconocía lo que estaba en tu mente. Porque no me expresaste lo que sentías. No me dijiste la verdad, que no estabas enamorada de mí.

De haberlo hecho en su momento, quién sabe, bien podría haber sido que hubiera dejado de construir castillos en el aire. Al menos eso. . .


Nunca entenderé el repentino cambio de rumbo. Todo tan precipitado. El paso de la mañana más brillante, a la noche más oscura en un solo abrir y cerrar de ojos. La falta de transición entre el “me encantas” y el "me vuelves loca", al devastador “quiero que lo dejemos”… Y todo sin una explicación clara y coherente.

Sigo sin comprender la improvisada huida, la frenética carrera para escapar lo más rápido posible, sin mirar atrás, sin pensar en el dolor que podías causar, dejando en la estacada a alguien que siempre fue con la verdad por delante. Alguien que compartió contigo lo que más quería y que confiaba en ti ciegamente.


Siento mucho haberte idolatrado. Haberte conferido una importancia y un valor que quizá no casaban con la realidad. Eso fue un error mío, lo admito. Debería haber cortado por lo sano cuando descubrí que yo siempre era la última de tus prioridades. Nunca debería haber construido algo sobre una viga de madera carcomida, creyendo que era de un metal indestructible. Ahí me equivoqué.


Sin embargo, no lamento haber compartido alguno de mis malos momentos contigo. Creo que para eso están las parejas. Para ayudarse mutuamente. Aunque tú nunca lo hiciste. Ni lo intentaste siquiera.


No hubo despedidas para nadie. Solo la oscuridad más absoluta. Te dio igual todo; los niños, nuestras familias. Te di igual yo. 

Después de la ruptura, cada intento de comunicación (siempre iniciativa mía) ha sido un fiasco. Solo han causado dolor y sentimiento de culpa. Y a pesar de no entrar en insultos, ni juicios de valor, he sido condenado al más profundo ostracismo. He sido olvidado desde el día cero.


Así que, sintiéndolo mucho, considero que no. Lo siento, pero por poco que pueda significar, no mereces mi amistad.

Eso sí, y con el corazón en la mano lo digo; espero lo mejor para ti. Aunque no te lo merezcas.

Siento el rencor. Que el dolor me lleve a esto. Pero también espero que me entiendas. Que es necesario sobrevivir.


Al final, cuando uno está tan solo como yo lo he estado contigo, lo único que queda es uno mismo. Y hay que sobrevivir.




Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

CON LAS MANOS ATADAS

LE PRENDÍ FUEGO A LA LLUVIA

PROU DE PATIMENT